Acerca de mí
De lo trivial y lo profundo
• Como dialogante en el mundo siempre me han desesperado las pláticas triviales. Debo decir, no obstante, que también he tenido la experiencia de llegar a lo profundo desde lo trivial. Sólo he necesitado ser paciente.
• Soy malísimo para un “small talk”. Todo el tiempo estoy haciéndome preguntas, y la realidad es que me la paso muy bien dentro de mi cabeza.
• En consulta, salgo de mí y me encuentro con el corazón del otro. Todo lo que viene de la profundidad del otro me interesa. El análisis existencial-fenomenológico va muy bien conmigo, porque requiere de involucrarme como un participante activo. Y a mí me gusta poner las manos al fuego.
• Al día de hoy, sigo siendo maestro de inglés. De los niños he aprendido a apreciar lo trivial y lo profundo. Ambas cosas. Pero sigo prefiriendo el corazón humano.
Soy un testigo privilegiado
Una filosofía para vivir la realidad
• Llegué a la filosofía cuando me formaba en una congregación religiosa. Y no por eso me volví dogmático, al contrario. De la religión recibí el regalo de la apertura para conocer y abrazar la realidad en mí y los otros. Tolerancia a mi realidad personal es lo que me ayuda a fortalecer esto mismo en los demás.
• De la Apología de Sócrates cito: “…una vida sin examen no tiene sentido vivirla…” La filosofía son mis pies. Y cierto que también tengo mis dudas y contradicciones. Pero de una cosa estoy seguro: es mi responsabilidad reflexionar sobre mi propia vida y ayudar a los demás a examinar las suyas.
• Quisiera saber más, pero la vida no me da. Se vale que acepte mis limitaciones. Eso sí, me apoyo bien en lo poco que conozco. Sócrates, Kierkegaard, Husserl. Shakespeare, Faulkner, Stephen King. Andrei Tarkovsky. Jesús de Nazaret. (Y sí, hasta) Naruto.
• Todo a nuestro alrededor nos habla de la existencia. El pensamiento de los hombres es mi legado. Es nuestro legado. Viajemos sobre hombros de gigantes.
• Cada uno decide cómo vivir. Cómo vivir esta porción de infinito que nos fue dada.